lunes, 21 de octubre de 2013

Mis lágrimas tienen tu cara

Y me siento, con los ojos llenos de lágrimas a recordarlo. A recordar lo que nunca existió. Y me quedo, con el corazón en la mano, con el corazón chiquitito pensando en lo que nunca pasó.

¿Por qué me gustará tanto pensar en él mientras lloro? Quizá las lágrimas necesitan cara, son tan transparentes que necesitan alma, que necesitan una razón para rodar.
(A mí me gusta ponerles tu cara).

Yo se que él también está sufriendo. Pero por alguna, no por mí. Eso nunca pasará.
Que sufra por otra, que sufra por ella, pero ¡que sufra! y que sus lágrimas tengan su cara y que su llanto tenga su alma. No me importa por quién ¡pero que sufra!


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