lunes, 14 de octubre de 2013

Candados

Últimamente mis días han estado llenos de historias que contar. Libros y aviones, labios y canciones, calles y miradas, me han hecho recordar que la vida hay que escribirla, tal como lo hacía hace tantos años en aquella pequeña libreta que con tanto celo y candado guardaba bajo la almohada. 

No me daba cuenta entonces que no solo guardaba secretos y confesiones, me estaba guardando a mí misma y el candado se lo estaba poniendo a los sentimientos, escondiéndolos en clave, con una combinación que luego olvidaría.

Aquí está mi corazón ahora, buscando re-escribir su historia sin tantas claves ni candados; sin embargo, tan frágil e inocente como en aquellos días. Y es que si algo podrá reflejarse en estas líneas es que, para ser una niña buena, hay que guardar el corazón bajo la almohada. 

Lo que nadie nunca me advirtió es que luego de tanto tiempo encerrado, el corazón se acomoda y el alma...se duerme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario